
Si tienes radiadores en tu hogar, es posible que hayas considerado cubrirlos con una carcasa para mejorar su apariencia. Pero, ¿merece realmente la pena hacerlo? En este artículo, analizaremos los pros y los contras de cubrir los radiadores y te proporcionaremos toda la información que necesitas para tomar la mejor decisión para tu hogar.
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¿Qué vas a ver en el artículo?
Pros de cubrir los radiadores
Hay varias ventajas de cubrir los radiadores en tu hogar:
- Apariencia más atractiva: Los radiadores pueden ser antiestéticos y romper el estilo de decoración de tu hogar. Cubrirlos puede ayudar a crear un ambiente más armonioso y atractivo.
- Mejora de la eficiencia energética: Si cubres un radiador, puedes dirigir el calor hacia el centro de la habitación en lugar de hacia la pared. Esto significa que el calor se distribuirá de manera más eficiente, lo que puede ahorrar energía y reducir tus facturas de calefacción.
- Protección de los niños y las mascotas: Los radiadores pueden ser peligrosos para los niños y las mascotas, ya que pueden quemarse con ellos. Cubrir los radiadores con una carcasa puede evitar que se toquen directamente y reducir el riesgo de quemaduras.
Contras de cubrir los radiadores
Aunque hay varios beneficios en cubrir los radiadores, también hay algunos inconvenientes que debes tener en cuenta:
- Reducción de la eficiencia energética: Si bien cubrir un radiador puede mejorar la eficiencia energética en algunas situaciones, también puede reducirla en otras. Si la carcasa está mal diseñada o no está instalada correctamente, puede bloquear el flujo de aire y hacer que el radiador sea menos eficiente.
- Costo: Las carcasas para radiadores pueden ser costosas, especialmente si necesitas cubrir varios radiadores en tu hogar.
- Mantenimiento: Las carcasas para radiadores pueden acumular polvo y suciedad, lo que significa que deberás limpiarlas regularmente para mantener su apariencia atractiva.
¿Qué tipo de cubiertas para radiadores existen?

Hay varios tipos de cubiertas para radiadores disponibles en el mercado, cada una con sus propias ventajas y desventajas. A continuación, te presentamos los tres tipos más comunes:
- Madera: Las cubiertas de madera son una opción popular porque pueden ser personalizadas para adaptarse al estilo y diseño de tu hogar. Sin embargo, la madera puede ser costosa y puede requerir mantenimiento regular para evitar que se dañe.
- Metal: Las cubiertas de metal son duraderas y fáciles de mantener. Sin embargo, pueden ser más costosas que otras opciones y pueden no ser tan personalizables como las de madera.
- PVC: Las cubiertas de PVC son una opción asequible y fácil de mantener. Sin embargo, pueden ser menos duraderas que otras opciones y pueden no ser tan atractivas visualmente.
- Cristal: las carcasas de cristal son una opción elegante y sofisticada para tu radiador. Están disponibles en diferentes grosores y colores, y son muy resistentes y duraderas. Sin embargo, pueden ser más costosas que otros tipos de carcasas.
¿Cómo elegir la carcasa adecuada para tu radiador?
Al elegir una carcasa para tu radiador, es importante considerar varios factores, como el estilo de decoración de tu hogar, el tamaño del radiador y tu presupuesto.
- Tamaño del radiador: asegúrate de elegir una carcasa que se adapte al tamaño de tu radiador. Una carcasa demasiado pequeña puede no proporcionar una protección adecuada, mientras que una carcasa demasiado grande puede ser incómoda y estorbosa.
- Ubicación de la habitación: si el radiador está ubicado en una habitación de alto tráfico, como la sala de estar o el dormitorio, es importante elegir una carcasa que sea resistente y duradera para protegerlo de posibles daños.
- Presupuesto: no es barato y si son a medida, son más caros. Y si además hay varios radiadores, es una pasta. Si lo quieres por decoración, con que los espacios públicos como el salón estén cubiertos será más que suficiente.
Cómo hacer un cubre radiador uno mismo
Mejor verlo en un vídeo: